´´El poder necesario para aprovechar la incertidumbre creciente que enfrentamos reside en la mente abierta y consciente de cada individuo en la organización. Para un líder, fomentar esta apertura en todos los ámbitos de la misma se convierte en un objetivo estratégico para superar esa incertidumbre´´

Ellen Langer

Actualmente las corporaciones, a nivel nacional y global, atraviesan por constantes cambios y desafíos debido principalmente a su estrecha correlación con el sector financiero, el cual está marcado por una gran volatilidad e inestabilidad, así como por la presencia del COVID-19 y los cambios que esta pandemia está generando en el ámbito profesional, personal y familiar.

Frente a estos retos surgen muchas preguntas que nos invitan a reflexionar y a hacer una especie de reprogramación emocional y mental, por decirlo de alguna manera, interrogantes como ¿estoy haciéndolo bien? ¿qué debo hacer diferente? ¿será que debo cambiar mi forma de liderar? ¿estoy siendo un verdadero líder? ¿soy un líder consciente? y muchas otras más.

¿Por qué es importante ser un líder consciente?

Ahora bien, ¿Por qué es importante ser un líder consciente? Pues porque en la actual coyuntura que estamos viviendo ser un líder exitoso demanda tener una actitud consciente, creativa y positiva hacia los retos y metas, tanto profesionales como personales que se presentan, así como estar abierto a las sugerencias y los aportes de los colaboradores, clientes y proveedores.

Un líder consciente comprende la magnitud de la influencia que ejerce sobre los demás, estimula y energiza a los entes con los que se vincula, y asume plenamente su rol para generar confianza e inspirar a los demás.

“El liderazgo empieza con la conciencia de uno mismo, no puedes mejorar una debilidad o un fallo si no eres consciente de su existencia”, dice Robin Sharma, profesor, escritor y orador motivacional nepalés nacionalizado canadiense, autor de «El monje que vendió su Ferrari» (1999), «8 Claves del liderazgo del monje» (2004) y «El líder que no tenía cargo» (2010).

Un líder consciente sabe que teclas tocar para alcanzar los resultados esperados, se responsabiliza de sus errores, aprende de ellos y no los replica. Es una persona que analiza, reflexiona y es de poco improvisar.

¿Qué dicen los expertos?

Según expertos en el tema aspectos tales como ser un escucha empático que maneja positivamente los conflictos que surgen, que promueve la sana competitividad, que es capaz de observar atentamente lo que pasa a su alrededor, que muestra claridad en su toma decisiones, que es asertivo y reconoce sus errores es fundamental. Recordemos que un auténtico líder también puede fallar pues es un ser humano.

Steven J. Stowell, coach especialista en negocios, señala que “Los grandes líderes encuentran formas de conectarse con su gente y ayudarla a alcanzar todo su potencial”.

Estos nuevos desafíos corporativos nos invitan a todos los profesionales a tener presente cuán importante es comprender la magnitud de nuestra influencia en los demás, generar confianza y optimizar nuestra capacidad de guiar a los equipos, ser autoconscientes y manejar positivamente nuestras emociones. Aspectos fundamentales para ser un líder consciente y transformador.

Daniel Goleman figura clave en los temas de Inteligencia Emocional y Mindfulness menciona que para los líderes existen cinco habilidades emocionales fundamentales,

Habilidades emocionales según Daniel Goleman:

Autocontrol: Mantener a raya las emociones y los impulsos dañinos
Fiabilidad: Honradez e integridad
Conciencia: Aceptar la responsabilidad de nuestros actos
Adaptabilidad: Flexibilidad a la hora de aceptar los cambios
Innovación: Sentirnos cómodos con nuevas ideas, enfoques e información.

En conclusión, un auténtico líder consciente es aquel que muchas veces va a la cabeza de los planes hasta alcanzar los objetivos y otras tantas va al final para asegurarse de que todo el equipo llegue a la meta planteada.

“El liderazgo es la capacidad de transformar la visión en realidad”.

Warren Bennis. Gurú en los estudios de liderazgo modernos

Saludos,

Zoramar Oviedo

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