¿Cuánto me CUESTA DECIR QUE NO?

Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porqué llegué a un punto de mi vida en que no
me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere.

Meryl Streep

El “NO” es esa fuerte, interesante y compleja respuesta negativa, necesaria en nuestra vida pero que nos genera angustia en muchísimas ocasiones.

Para muchas de nosotras el “NO” pareciera ser un artículo de primera necesidad, pero difícil de conseguir…Si nos vendieran un aparatico que se ocupara de decir NO, estoy segura de que todas lo hubiéramos comprado, lo tendríamos cargado y listo para prenderlo cada vez que lo necesitáramos o quisiéramos usarlo… Ah, y sé que ya muchas de Uds. deben estar sonriendo… jajaja

Existen múltiples razones por las que nos cuesta decir “NO”, a veces por nuestra necesidad de aprobación, otras tantas por el miedo a la crítica y al rechazo y otras por el sentimiento de culpa que nos genera hacerlo.

Les cuento mis queridas lectoras, que más vale un “NO” a tiempo, que uno rezagado o nunca expresado… Decir “NO” es tan importante en muchas ocasiones como lo es decir “SI” en otras. Si bien es cierto, a muchas de nosotras nos cuesta reconocerlo, el “NO” cuando necesitamos expresarlo nos ayuda a fortalecer nuestra autoconfianza y nuestra seguridad, así como a ganar respeto.

Por ejemplo, hay ocasiones en las que se rompe una cordial y bonita relación porque nuestro amigo no entiende que lo queremos, pero como amigo y ya… Hay situaciones como esta por ejemplo, que pareciera que nosotras somos las duras y hasta malas porque somos capaces y elegimos decir “NO”. Querer a alguien no es una instrucción, una orden o un mandato es algo que surge y ya… Y en esos momentos queridas amigas, así como en muchos otros más vale un rotundo “NO “dicho a tiempo que una persecución implacable…jejeje…

Decir un “NO” en paz, en armonía, con tranquilidad y con nuestra cabeza en alto, quizás no suena fácil, pero créanme es una interesante y maravillosa decisión…que depende de cada una de nosotras.

Recordemos lo que nos decía Coco Chanel, para triunfar en la vida “Mantén la cabeza, los tacones y los principios altos” …  Así que además de nuestra cabeza, tacones y principios en alto, mantengamos irradiante nuestro asertividad, nuestra empatía despierta, y listo vamos a ocuparnos de darle la bienvenida al sano y necesario “Sr. NO” … Un importante aliado en nuestro transitar por la vida.

7 consejos para aprender a decir no

A continuación les comparto unos breves consejos, que nos ayudan a relacionarnos de una manera amigable y positiva con ese conocido SEÑOR.

  1. Seamos asertivas: Ser asertivas no significa que somos “heavy o insensibles” como muchas personas dicen. Es sencillamente expresar en el momento adecuado y con tranquilidad nuestra opinión, sentimientos y deseos hacia los que nos proponen, respetando nuestros derechos y el de los demás. 
  2. Seamos empáticas: Empatía es esa capacidad que existe en todas nosotras, en mayor o menor grado, pero siempre desarrollable, para comprender que siente y piensa la otra persona, e incluso para ponernos en su lugar. Cuando fortalecemos nuestra empatía es más fácil y sencillo decir “NO”. Y en ocasiones hay quienes ya disfrutamos que nos den las gracias por no aceptar en buenos términos la propuesta que nos hicieron.
  3. Cuidemos nuestra postura corporal: Nuestro lenguaje corporal es capaz de decir más que nuestras palabras. Así que cuando necesites decir “NO”, mantén tu espalda recta pero no rígida, mira a la persona directamente a sus ojos, no te pongas a ver tu reloj o tus pulseras o a jugar con tu collar. 
  4. Seamos rotundas, pero no agresivas, firmes y respetuosas.
  5. Préstale atención a tu respiración: Cuenta 10 respiraciones antes de comenzar a hablar. Este sencillo ejercicio nos ayuda a serenarnos.
  6. Sólo di “NO”, sin usar coletilla.  Muchas veces decimos: “No, es que ahorita no puedo” o “No, es que no tengo tiempo”.  Si dices la coletilla “es que” estas trasmitiendo inseguridad y estás perdiendo todo tu esfuerzo para decir NO.
  7. Entrena a tu SR. “NO”. Si sabes que te es difícil decir que “NO”, simplemente práctica. Ponte frente al espejo y repite el “NO” que quieres decir. Por ejemplo, repite frases como “Lo lamento, no lo haré”, “Lo siento, no quiero”, …

Sin miedo y sin vacilar por favor recuerda que aunque  parezca difícil, es más sano un “NO” con una amable sonrisa que un “NO”  retardado. Y como nos dice  nuestra querida Carolina Herrera: “Mi mejor venganza siempre ha sido sonreír como si nunca me hubieran lastimado.»

Artículo escrito para la revista Asuntos de Mujeres

Te invito si te ha gustado este contenido compartelo!