“Vacuna Emocional”, si esa que no venden en una farmacia o droguería, pero que nos ayuda a quitarnos de encima y de una manera amigable y positiva esas críticas destructivas, que si bien me han enseñado lo que no me gusta de la
gente, cuan feo y poco útil es ser descortés, grosero o agresivo, en ocasiones parecieran ser un puñal que nos clavan en el alma y en el corazón.